Hace unos días uno de nuestros peques de 3 años B tuvo un error y se sentó sobre la papelera del baño, con la mala suerte que ésta se rompió en 5 pedacitos. Después de conversar durante un largo rato llegamos a la conclusión de que no podíamos estar sin una ¿Dónde pondríamos los papeles de secar las manos, de hacer pis y caca? Definitivamente concluimos en que era más que necesaria. Tras barajar varias soluciones, nos decantamos por la más divertida ¡CONSTRUIR NUESTRA PROPIA PAPELERA! Y nos pusimos manos a la obra. ¿Qué material necesitábamos? ¡CAJAS! ¡BOLSAS! ¡HERRAMIENTAS! Durante una semana dedicamos un ratito de nuestra jornada a la construcción de nuestra papelera. El éxito estaba asegurado, porque no puede haber una mejor que la que hacen con sus manos, imaginación y ganas. Buscamos una caja, cortamos papelitos, los pegamos formando un collage, usamos pegatinas, pintamos decorando y… ¡LA TENEMOS! Esta tarea no solamente les permite desarrollar su creatividad con un producto final que tiene una determinada utilidad, sino que hace que sean consecuentes con sus acciones; entendiendo que todos/as cometemos errores, pero también podemos obtener buenas soluciones si trabajamos en equipo. Aprenden a ser responsables con el material y a cuidar lo que les importa, seguro que la papelera que tenemos ahora no sufrirá ningún daño.
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